En su cumpleaños, mientras espera a su pareja que ha ido a trabajar, Laia decide aprovechar para hacer unas compras rápidas. Pide el coche a su madre y, en ese instante de normalidad cotidiana, recibe la llamada que lo cambia todo: «Vuelve, se está inundando todo».
EL COS nos transporta a la escena posterior, cuando el agua se ha retirado pero ha dejado su rastro de destrucción. Encerrada en casa, la puerta bloqueada por los escombros, Laia descubre horrorizada un cuerpo en el patio. Busca ayuda en su vecina Mari Carmen, que no responde. A partir de ese instante, el tiempo se diluye. Comienza un viaje psicológico profundo donde la línea entre la realidad y el delirio se difumina. La radio, con sus rótulos de noticias, es el único vínculo con un mundo exterior que parece haber desaparecido.
Un espectáculo que reflexiona sobre el trauma, la soledad y la capacidad humana de sobrevivir cuando todo colapsa.