Antón odia su nariz. En el colegio le llaman «Nariz de botón», hasta que descubre algo maravilloso: en su familia nadie es «normal». Su madre tiene orejas de mariposa, su hermana mofletes de semáforo, su padre cuatro ojos y su abuelo brazos de tallarín. Lo que parecía un defecto se convierte en poder, en juego y en risa. Un espectáculo que celebra las diferencias y refuerza la autoestima infantil, porque la belleza no tiene una sola forma.
Con canciones que toda la familia reconoce y coreografías para seguir desde la butaca, Nariz de Botón nos recuerda que nuestras «imperfecciones» son exactamente lo que nos hace únicos.