Dos obras cortas que funcionan como un díptico perfecto: una reflexión sobre los mecanismos del teatro y una exploración íntima de los deseos humanos. Cada pieza tiene su propio universo, pero juntas crean un diálogo fascinante sobre la creación, la frustración y esa extraña danza entre lo que queremos hacer y lo que finalmente hacemos.
En Material, la primera pieza de este dúo teatral, asistimos a una negociación imposible entre dos creadoras que no logran ponerse de acuerdo ni siquiera sobre qué obra van a representar. Alida no quiere salir del camerino, Laura espera en escena con creciente impaciencia. Cuando Alida finalmente aparece vestida de cucaracha, la situación deriva hacia el absurdo más delicioso. La propuesta: cambiar de obra a mitad de función y representar Cucarachas, ese proyecto rechazado que guardaron en un cajón.
Two girls, one cake nos transporta a un territorio aún más íntimo. Una vela, dos personas y un pastel son los únicos elementos necesarios para explorar esa pregunta incómoda que nos persigue desde la infancia: ¿qué quieres? Entre rituales absurdos y aniversarios agridulces, las protagonistas asumen roles diferentes en cada escena, como si fueran fragmentos de nosotras mismas tratando de encontrar una respuesta.